La llegada

El día 30 de marzo, llegamos a las seis y media a aquel pueblo que era conocido como ``Granadilla´´. No estábamos muy contentos, porque nos habían comentado que teníamos que estar en la casa con los chicos y chicas de los demás centros. Pero, después, eso fue lo más divertido. Cuando llegamos, dimos una vuelta por el pueblo y por la muralla.
La calle principal, que era donde se encontraban nuestras casas, estaba bastante bien. Una monitora nos llamó para así poder hacer los grupos. Fue pidiendo un número determinado de personas de cada centro para cada casa. Luego, pusimos el equipaje en nuestras respectivas casas, y fuimos explorando cada rincón.
Mi primera impresión del pueblo fue que estaba mucho mejor de lo que habían comentado antes de emprender el viaje. El último día de la semana, la situación de Granadilla era la misma. Pero estaba un poquito más adornada, ya que por allí habían pasado tres centros muy diferentes y con tres culturas que lo hicieron mucho mejor.